Por Rubén Moreta
Los pueblos sin líderes empáticos están condenados irremisiblemente a la decadencia. Es lo que ha ocurrido en el municipio de San Juan de la Maguana, donde la ausencia de un liderazgo responsable y visionario, ha ido consumiendo en la pobreza a la mayoría de la población.
San Juan es hoy una ciudad mortecina, donde la postración de
la gente se ha pretendido disimular con muñecos y cherchas. Los quince años de gobierno municipal de
Hanói Sánchez representan una etapa de ostensible podredumbre gerencial,
improvisación, abulia administrativa y de ausencia de buenas prácticas de
transparencia en la gestión municipal.
A su llegada como alcaldesa municipal la arquitecta Sánchez
se mercadeaba como una figura capaz, exitosa y llena de pasión para enrumbar el
municipio de San Juan de la Maguana por senderos de progreso, bienestar y
desarrollo. Quince años después, su
labor ha devenido en desilusión porque contrario a sus promesas, su gestión
representa inacción, clientelismo y el populismo elevado a su máxima
expresión.
La alcaldía que ella encabeza funciona como una ridícula
agencia de empleos. Otros alcaldes sanjuaneros –síndicos antes- hicieron más
con menos recursos que los que ella ha administrado que, en quince años de
ejercicio, superan los dos mil millones de pesos.
La arquitecta Sánchez no ha elaborado una planificación
estratégica, ni construido una agenda de desarrollo local. Por eso la ciudad y
el municipio andan “mangas por hombros”.
En quince años al frente
de la Alcaldía de San Juan de la Maguana, Hanói Sánchez presenta un
resultado improductivo y altamente deficiente, lo cual se evidencia en “falta
de transparencia; expectativas rotas;
quiebra de la institucionalidad, desatino en la atención de las necesidades
comunitarias; desorden, contaminación, pestilencia e insalubridad del Matadero
Municipal y las plazas de comercio público (mercados); caos urbanístico, no
aplicación del presupuesto participativo, incumplimiento de la Ley 87-01,
ausencias prolongadas sin justificación de la ciudad, descuido de la Biblioteca
Municipal, falta de apoyo a grupos artísticos y culturales, clausura de la
Banda de Música Municipal, falta de un plan estratégico de desarrollo del
municipio, existencia de prácticas esclavistas contra trabajadoras que
persiguen salarios de dos y tres mil pesos,
y el tiro de gracia que la hunde ante la historia: su postración ante el
Reino de Canadá, avalando y promoviendo servilmente una explotación de oro
dañina para el Valle de San Juan.
San Juan de la Maguana es hoy un municipio hundido en la decadencia. El fracaso evidente de Hanói Sánchez en la dirección del Ayuntamiento Municipal representa un duro revés a las expectativas de los sanjuaneros y sanjuaneras, que anhelábamos un sistemático y técnico ordenamiento del desarrollo municipal.
En fin, los quince años de gestión municipal de la honorable
alcaldesa Hanói Sánchez bien pueden ser bautizados como la fútil “era de los
muñecos”.
El autor es Profesor UASD.
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