La cantidad de pisos de tierras existentes en San Juan según el presidente de la República, es una señal de la pobreza rampante en el granero del sur. Por ello, tras su visita el pasado 14 de marzo, el primer mandatario anunció un vasto programa de construcción de pisos de cemento.
Han pasado los meses de abril, mayo y junio sin saberse la ejecución de la primera de estas anunciadas obras, ni de ninguna otra obra, excepto el bacheo de la carretera San Juan-las Matas.
Al parecer no son sólo los pisos, los edificios dejados en un alto nivel de avance en la mesopotamia y en tenguerengue están paralizados, no se han iniciado los trabajos de las carreteras de Chalona, Cuenda, la Garita y otras.
Las escuelas no han recibido el anunciado mantenimiento y no han reanudado los trabajos de los liceos de Mogollón y Yaque que infelizmente el gobierno pasado no construyó pese al reclamo de la gente.
Ni siquiera el Plan Social ha hecho un operativo de entrega de alimentos a esos pobres que viven en las casas con pisos de tierra, porque los que gobiernan dicen que eso es demagogia, sin calcular la realidad de los
que sufren hambre a quienes tampoco le resuelven su situación con un simple empleo a si sea de su propio partido.
Con todo lo anterior al ritmo que en casi 11 meses ha desarrollo el gobierno de Luis Abinader, se encamina a pasarse los cuatro años sin resolver ni un solo problema de la comunidad.
Deben saber que además de combatir la corrupción de antes y de ahora, con el ministerio público independiente deben llevar a cabo otras acciones que combinen para el bien colectivo.
Si no reflexionan y cambiar de actitud, pasarán como dice el dicho, sin peñas ni glorias.
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