Con la Muerte de Angelo Valenzuela, se apagó uno de los
faros de luces de la cultura, más importante de San Juan.
El motorizaba a la hora de su muerte un fuerte movimiento de
rescate de los valores culturales a través del arte y el teatro, atrayendo así a
niños, adolescentes, jóvenes y adultos.
Este viernes a Angelo lo sorprendió la muerte, cuando luego
de un terrible choque con un autobús del transporte a Elías Piña, luchó por sobrevivir hasta las últimas
consecuencias.
Su esposa Mildred Sánchez cargada de valentía y aun siendo
una de las víctimas del fatal accidente en que también iban sus tres hijos,
luchó para que su marido no partiera de este mundo, pero cuanta frustración el
no poder contar con médicos especialistas en el Hospital Taiwán de Azua, que
pudieran hacer más por salvarle la vida a un hombre útil a la sociedad antes de
llevarlo a otro centro de salud.
Con este escrito solo quiero dejar en las mentes de todos,
que se necesitan gentes más prudentes al volante en las carreteras y de
profesionales más capacitados en un centro especializado en el sur del país, para
no seguir viendo como se apaguen otros faros como Angelo Valenzuela, por la falta de ambas cosas a la vez.
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