Quiero diferir
en el último razonamiento del párrafo anterior; aunque es frecuente ver que
muchos sueños de connotados Profesionales no se hacen realidad, no es menos
cierto que las oportunidades siempre recaen en los hombres y mujeres que se
dedican a prepararse académicamente, por lo menos debe ser así.
Pero la forma en
que se ha estado manejando el tema política y poder en el país, deja muy claro
que los colaboradores más cercanos de la administración de turno son los que se
toman el agua más limpia, algunos turbia, pero muchos se la toman sucia y otros
ni limpia, turbia y mucho menos sucia, solo le queda morirse de sed.
El poder como
tal es codiciado, anhelado y todos luchamos por el Poder, esa es la razón
principal por la cual aquel que suele tener el poder aunque sea de forma
momentánea, no quiere dejarlo y para dejarlo hay que ser muy fuerte, valiente
es aquel que suele soltar el poder, por lo menos soltarlo sin buscar excusas.
Las mieles del
poder son tan buenas que pasa sin que el que lo ostente se entere que el tiempo
va corriendo y cuando llega el momento se sorprenden y se preguntan qué rápido
ha pasado el tiempo.
Pero bien, todo
cuesta sacrificio, obtener el poder es para valientes y conlleva horas, días,
años, décadas en ocasiones poder obtenerlo, pero lo más importante de todo es
saber manejarlo, entender que algún día termina, que no es para siempre, tiene
fecha de caducidad.
En todo este
aspecto, Política, Poder y Lealtad, hay que tomar en cuenta que la última frase
debe ser la primordial aunque no todo el mundo la práctica, esta significa sacrificarse,
aguantar, es para verdaderos guerreros tener la condición de Lealtad.
A pesar de todos
estos razonamientos que he querido compartir con ustedes, debo decirles que de
verdad lo hacemos con el deseo de que reflexionemos en el momento en que la vida
nos coloque en la dichosa posición de hacer cosas, representar, dirigir,
administrar; tener bien claro que nunca será para siempre.
El autor es
Periodista.
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