Un llamado a tener, aunque sea una dosis de respecto por los monumentos históricos.

Por Peter Pablo Mateo

Temprano en la mañana de este sábado 11 de mayo, dando una vuelta por la ciudad me encontré con la belleza de la colocación de afiches del presidente de la República Luis Rodolfo Abinader Corona, en el mismo circulo que bordea el palacio municipal de San Juan de la Maguana (alcaldía), en el parque Duarte, el Arco del Triunfo y una esquina del Obispado.

Me llamó poderosamente la atención, porque desde hacen varias semanas es mantenida una camioneta gigante rotulada con la foto del aspirante a senador oficialista en el mismo parque Duarte, frente a lo que no conforme con ello fue colocado un afiche del presidente Luis Abinader y el propio candidato a senador Nidio Encarnación.

Debo decir para ser objetivo, que luego de la ubicación del vehículo rotulado, fue colocado un afiche del candidato a Senador y Senador Actual Félix Bautista en la esquina formada por las calles independencia con Pedro J. Heyaime, pero nunca imagine que el partido de gobierno que se vanagloria de respetuoso de las leyes llegaría tan lejos.

Debo decir también, que siento el miedo que me contó mi padre, de haberse pasado 15 días huyéndole a los guardias escondido encima de un árbol gigante conocido como higo en la era de los 12 años, porque tenía amores con una mujer que en la época de Trujillo un segundo alcalde pretendía.

Es como recordar tristemente la época del jefe, donde San Juan se llegó a llamarse provincia benefactor en honor a Trujillo y había un partido llamado
Partido Dominicano que era el de su propiedad.

Escribo estas líneas no por ser de la oposición, si no llamando la atención a que no olvidemos aquellos momentos tan difíciles que vivió nuestro país, sometido a una dictadura que cobró vidas y que sus remanentes incluyeron los días en que los militares salieron con banderas rojas en sus fusiles un día de elecciones.

Termino clamando por una dosis de respecto, a los símbolos patrios y a nuestros monumentos históricos.