La desesperada carrera por la debacle de las candidaturas municipales no solo provoco que el pasado fin de semana las caravanas entraran a un recinto militar en azua, también hubo amnistía para que los empleados públicos abandonaran sus trabajos y fueran a las caravanas de Luis Abinader.
En San Juan
de la Maguana, pasando por las oficinas de la provincial y la regional de Salud Pública antes de las 3 de la
tarde, ya la misma lucia con las puertas cerradas.
Crucé por
el lugar e hice la observación, sin embargo, varias personas comenzaron rápidamente
en las redes sociales a escribir y hasta
a realizar fotos y videos de tan corrupta acción.
Fue notorio
ver las puertas cerradas de la institución antes de la hora de salida, cual si
fuera un día feriado cualquiera, o un sábado o domingo.
De igual
manera fue muy notorio ver en la caravana una gran cantidad de vehículos con
las placas retiradas, cuyo ejemplo lo encabezaba la candidata municipal cuyo vehículo
propiedad del ayuntamiento que ella preside se desplaza sin chapa por las calles
del pueblo.
Dudo que
dicha placa se le haya perdido y si es así debe publicarla en un periódico de circulación
nacional y hacer el procedimiento para sacarla de nuevo, colocándole detrás el
numero correspondiente con un letrero que diga Placa Perdida.
En ese
sentido la DIGESETT debe proceder a hacerle una supervisión y multar a quien
sea, por la sabia idea de ocultar la identificación del vehículo estatal.
De no
hacerlo, los responsables están ocultando que ese es un vehículo del estado que
está siendo usado en campaña política, equivalente a usar los recursos del
estado en contra de sus adversarios.
Al notar a
Salud Publica cerrada para que los empleados acudan a dicha caravana, habría de
imaginarse cuantas oficinas ese viernes 12 de enero se quedaron sin ofrecer
servicios para que sus empleados vayan a caravanear, lo cual constituye una olímpica
acción de corrupción contra el pueblo.
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