SintesisdelSur

0
Por Rubén Moreta
Las instituciones financieras juegan un papel fundamental en la vida social y económica de las comunidades.  Son plataformas que estimulan el desarrollo, porque canalizan la inversión de recursos frescos a las áreas productivas, estimulan el ahorro y promueven iniciativas empresariales.
En San Juan de la Maguana  y la región suroeste tenemos el “privilegio” de poseer un arcoíris de  sucursales crediticias: Banreservas, Popular, Progreso, Scotiabank, Adopem, Agrícola, Asociacion Maguana de Ahorros y Créditos, Ademi, BHD-León, Banca Solidaria,  más las Cooperativas de Ahorro y Crédito Central.  Pero penosamente, el papel de estas instituciones de soluciones financieras –salvo excepciones- solo se reduce a la captación de capitales locales para llevárselo a reinvertirlos en otras regiones.
Los desembolsos crediticios evacuados por los bancos múltiples, los de ahorro y crédito, los de desarrollo y las cooperativas financieras son exiguos, en comparación con el volumen de capitales que migran.  En esa sed de ganar y solo ganar más dinero, en algunas de estas agencias bancarias utilizan un escaso personal, lo que da lugar  a largas y molestosas filas, afectando el tiempo de los cuentahabientes.
La parte más crítica y deplorable es que prácticamente ningunas de las instituciones bancarias manejan programas de responsabilidad social corporativa a nivel local, y esto se evidencia en que ningún banco local apadrina una escuela, o una liga, equipo o torneo deportivo, o un área de salud, un asilo, una premiación juvenil o artística, o eventos culturales, publicaciones de libros de autores de la región. En fin, son empresas desconectadas de la sociedad que le facilita ganancias millonarias.
Es tal la displicencia de los bancos instalados en los pueblos del sur que la mayoría no disponen de las rampas especiales para que los discapacitados físico-motores puedan ingresar a sus locales con facilidad.
Parece que a las instituciones financieras solo les importa captar recursos locales para moverlos a otras regiones. Es tiempo, de que las entidades financieras instaladas en nuestra región dejen de manejarse con los criterios medievales como lo vienen haciendo.
El autor es Periodista.

Publicar un comentario

 
Top