Por Rubén Moreta
Este
lunes 22 de mayo de 2016 es la gran Fiesta del Espíritu Santo en la comunidad
El Batey de San Juan de la Maguana. Más
de diez mil seguidores de esta expresión de religiosidad popular se congregan
en esa empobrecida comunidad a adorar a una imagen infantil que según los
creyentes, tiene poderes sanatorios y es “dador de prosperidad y suerte”.
La
figura del niño adorado está vestida de rojo, con adornos en oro, colocado
sobre un retablo. Es un culto centenario
que lo iniciaron negros que escaparon de sus amos y construyeron un
asentamiento humano en ese lugar al pie de la Cordillera Central. El culto es una fusión de elementos africanos
y católicos.
En un
artículo anterior expliqué que la fiesta del espíritu santo del Batey está
asociada a la antigua conmemoración de pentecostés que copiaron los cristianos
de los judíos. Los judíos comenzaron
celebrándola en honor a la producción agrícola, y los cristianos la ubican como
la gran fiesta de conclusión de la cincuentena pascual. Por tanto, el día del espíritu santo no tiene
una fecha exacta sino móvil en el calendario civil. Será a los cincuenta días de la Pascua. Esta vez, tocaba el lunes 16 de mayo, pero
debido a las elecciones nacionales del domingo 15, fue pospuesta para el 22 de
mayo.
La
pascua es para los católicos la fecha en que se conmemora la resurrección de
Jesús, el tercer día de su crucifixión.
La Pascua es llamada también “domingo de resurrección”, “domingo de gloria”, “pascua florida” o
“domingo de pascua”.
En el
mundo católico, Pentecostés o fiesta del espíritu santo es la celebración más
importante después de la pascua y la navidad.
El
espíritu santo es denominado de varias formas en la biblia: “espíritu de
cristo”, “espíritu de Jesús”, “espíritu de Jesucristo”, espíritu del señor”,
espíritu de su hijo”, “espíritu de
verdad” y “paráclito”.
El
espíritu santo es parte de la santísima trinidad junto al Padre (Dios) y al
hijo (Jesús). Otras interpretaciones asumen el espíritu santo como otro Dios,
por eso su adoración es asumida individualmente en algunas comunidades, como
ocurre en la sureña comunidad El Batey en San Juan de la Maguana.
Otras
vertientes cristianas asumen el espíritu santo como un ángel y otro enfoque lo
reducen a una simple cualidad o fuerza de dios.
Conforme
la tradición cristiana-católica el espíritu santo tiene siete dones: sabiduría,
entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor.
La
cofradía del espíritu santo se encarga de coordinar y dirigir esta celebración
cada año. Cuando la imagen del espíritu
santo es desplazada del Batey a la ciudad de San Juan de la Maguana es cargada
por contados caballeros de la cofradía y en el centro de la calle por donde
pasa la procesión, los fervorosos se
hincan de forma reverente para que la imagen del “santico”, como también es
llamado, le pase por encima.
En el
Batey la celebración en honor al espíritu santo como deidad particular incluye
un novenario, y la gran fiesta se desarrolla al día siguiente del último
domingo de pentecostés con misa católica, toque de palos, bailes, canto de
salves, procesiones, ingesta etílica y
música secular en la comunidad.
La
celebración del espíritu santo en la comunidad El Batey constituye una
expresión única de religiosidad popular, de simbolismo mágico, de identidad
cultural. Este culto lo iniciaron los
negros trasplantados a la isla de Santo Domingo, quienes utilizaron las
celebraciones del catolicismo cristiano
para festejar sus dioses, evocar sus creencias y recrear sus costumbres y
tradiciones traídas de los lugares de donde fueron arrancados desde África.
Son
abundantes los obsequios que los piadosos le hacen al “santico” a través de
“promesas”, por recibir alguna curación de males de salud, logros de bienestar
económico o felicidad amorosa implorados y/o logrados.
Si
usted quiere conocer una celebración de potente simbolismo, visite este lunes
El Batey. La Fiesta del Espíritu Santo
es parte de la sanjuaneridad.
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