SintesisdelSur

0
Por: Rubén Moreta 
El magistrado Ciriaco de la Rosa, Procurador de la Corte de Apelación del Departamento Judicial de San Juan de la Maguana es un excelente ser humano.  Lo conozco a él y a su querida esposa, una maestra “de toda la vida”.  Es un hombre que se construyó a sí mismo en base al esfuerzo, dedicación y altura de mira.   
En su vida, al magistrado Ciriaco de la Rosa no le han regalado nada.  Todo lo ha obtenido en base al ahínco.  Insisto en destacar sus virtudes, porque me ha parecido extraño, injusto y desatinada una actuación suya en contra de otro joven profesional -Gilberto Mateo- quien, como él, se ha abierto paso en la sociedad sanjuanera exhibiendo sapiencia, idoneidad y riqueza de modales. 
Es inverosímil que, despidiéndose este gobierno, el magistrado Ciriaco de la Rosa haya cancelado injustamente al periodista Gilberto Mateo, quien es también abogado, y laboraba en el ministerio público.  Pero el funcionario judicial, con su mandarria de poder, ha pisoteado la ley de carrera administrativa, la cual amparaba al comunicador social. 
Por disposición del magistrado De la Rosa, a Mateo le tienen retenido siete meses de salario. Que maldito abuso.   
Yo me resisto a creer que con el magistrado Ciriaco de la Rosa se esté aplicando la tesis del viejo político, guerrero y sabio griego Pítaco de Mitilene, quien con su proverbial sabiduría de estadista depurado sostuvo que:"Si queréis conocer a un hombre, revestidle de un gran poder. El poder no corrompe; desenmascara”. 
Plutarco, con su filosofía moralista, fue más enérgico criticando las actuaciones despóticas y abusivas de la autoridad, y al efecto escribió: “Una autoridad que se funda en el terror, en la violencia, en la opresión, es al mismo tiempo una vergüenza y una injusticia”.  
Pero prefiero recordarle al magistrado Ciriaco de la Rosa lo escrito por Baltasar Gracián, refiriéndose a las personas con poder: “Por grande que sea el puesto, ha de mostrar que es mayor la persona”.  
Por eso, porque conozco los valores humanos del doctor Ciriaco de la Rosa, apelo a su serenidad, humildad y buen juicio.  Le pido que limpie ese tizne.  No convierta esa mancha en indeleble.  Rectificar es de sabios.   
Honorable magistrado, su historia personal no debe tomar un canon de odio, abuso y maltrato.  Le pido que eche atrás esa infeliz cancelación del periodista Gilberto Mateo.  La sociedad le aplaudirá.  Hágame caso. 
El autor es Periodista y Profesor UASD.   

Publicar un comentario

 
Top