A lo largo de mis 26 años en los medios de comunicación, he
abrazado la objetividad como parte fundamental del trabajo que humildemente por
más de dos décadas he realizado en varios medios, por el amor y el respeto al oficio y la profesión.
Muchas veces he tenido un enfrentamiento intrínseco con lo
que es y lo que pienso, pero una cosa es la realidad y otra es la que quiero
que sea, en tal sentido he preferido ser objetivo y cuando quiero decir algo a título
personal, plasmo mis ideas y si no las publico, la guardo en algún lugar
privilegiado y las pongo en práctica.
Todo esto viene a consecuencia de que muchas veces observo en
informaciones, ideas atribuidas a políticos, empresarios, religiosos, líderes
comunitarios, etc. y cuando entramos al cuerpo de la noticia, no vemos
similitud entre una y otra cosa. Esto
ocurre con cierta frecuencia en el título y el cuerpo de la información.
Considero que ese divorcio plasmado por los que hacen la
noticia, tiene mucho que ver con la falta de objetividad y se da cuando
queremos tomar partidas en las informaciones.
Finalmente para no hacer una larga perorata, la noticia es
la noticia y siempre recuerdo a dos de mis primeros profesores en comunicación al
respecto de esto, cuando nos decía, ( limítense a dar las noticias, no importa
la idea que ustedes tengan).
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